Ha pasado prácticamente un día desde que ganamos la Copa y todavía no hemos podido dejar de sonreír. Imágenes que no vamos a poder borrar nunca de nuestra memoria, abrazos, sonrisas y alguna lágrima que forman parte ya de nuestra historia personal. Una historia como entrenador que, en mi caso, dura tres años y está ligada completamente a vosotros. Y en el caso de Pablo, es incomparable lo vivido este tiempo con nada de lo anterior. Tanto que sabiendo que se acababa el ciclo, decidimos tomarnos al menos un año de descanso, porque cualquier equipo nos iba a saber a poco.
Echaremos de menos muchísimas cosas, al igual que esperamos que os ocurra a vosotros. Esperamos además haber sido lo menos injustos posibles en la toma de decisiones, ya sea en entrenamientos, partidos, onces titulares o desconvocatorias. Por eso es de agradecer que no hayamos recibido en tres años ninguna queja reseñable al respecto, siendo todo más fácil para nosotros. "Más fácil" entre comillas, porque tener que desconvocar a seis cada semana nos ha costado muchos quebraderos de cabeza. Sobre todo cuando los 22 merecíais, no sólo ir convocados, sino jugar todo el partido.
Para llegar al triunfo final hemos sufrido por el camino. Ese 5-0 en el primer partido de pretemporada del primer año contra Silos; la primera derrota liguera en El Salvador por 3-0; tener que lidiar con el toro Nelson en el San Juan (aunque en Agustinos mordió el polvo); las lesiones de Canudo y Sergio; los partidos que se nos escapaban después de ir 2-0 o 3-0 arriba; la derrota en Alfindén con la enfermería llena y un largo etcétera.
Pero no olvidemos lo positivo: el primer gol de nuestra trayectoria, obra de Marcos Nicolau; las cinco victorias seguidas que nos ponían líderes el primer año; los marcajes de Lalo, persiguiendo a su rival hasta a mear (se rumorea que Omar del Ebro le acabó invitando a comer a su casa porque lo siguió hasta el portal...), la falta que voló hacia la escuadra en Utebo de Jesús Subías; la magia de Carlos ante el Zuera y la posterior sangre fría de Pedro; o la inteligencia y rapidez de nuestro "tiburón" particular en la delantera. ¡¡¡49 goles ha metido el señor Abellán entre Liga y Copa!!!.
Todo hasta llegar a una final que dominamos desde el principio hasta el final, con una exhibición, no sólo de raza y orgullo sino de templanza, fútbol y saber estar. Sólo tenéis que recordar lo que erais para darle valor a lo que sois en estos momentos. Un auténtico EQUIPO, con todas las letras, con mayúsculas. Un vestuario que ha sabido estar unido y sobreponerse a los muchos obstáculos, en el que absolutamente todos habéis cumplido con un papel fundamental y en el que nadie se ha dejado una gota de sudor en el cuerpo por poder levantar ayer la Copa.
El trofeo, valga la expresión, es feo. Pero lo que significa es enorme y el trabajo que conlleva también. Sólo podemos daros las gracias por estos tres años de ilusión. Puede parecer un sacrificio madrugar todos los sábados (si ha habido juerga nocturna, más), pelear con los exámenes y los entrenamientos, salir del trabajo, entrenar y volver a ir al trabajo corriendo..., pero todo ha merecido la pena. No sólo por el ascenso y Copa, que se dice pronto, sino por todo lo que nos habéis aportado.
De aquí en adelante dejamos de ser ya vuestros entrenadores de manera oficial. Pero creemos que no hace falta decir que cualquier duda, consulta o lo que se os ocurra nos la podéis contar e intentaremos ayudaros como hemos hecho hasta ahora. De fútbol o de mujeres a poder ser, que son dos temas que no se nos dan mal de momento (mejor el fútbol, sí, que lo estáis pensando todos).
No es esto un adiós, sino un hasta luego. ¿Quién sabe si después de este descanso volvemos a entrenaros en algún momento de los próximos años' No ha pasado ni un día del pitido final y, de verdad, que ya nos apetece. Porque siempre seréis nuestro equipo.
WHO AM I??
Fran y Pablo.