“Para mí el fútbol lo es todo. Pienso en fútbol, hablo en fútbol, leo fútbol y esa es una vida que no se puede vivir eternamente". Marcelo Bielsa

miércoles, 25 de abril de 2012

Justicia poética. La caída de Barça y Real Madrid.

Real Madrid y Fútbol Club Barcelona han fracasado en la presente edición de Champions League. Decir lo contrario es negar la evidencia. Nadie en el mundo tiene los recursos que poseen los dos monstruos, creados por la Liga BBVA a costa de destrozar una competición donde la tabla se parte en dos en un suspiro. Un elenco de estrellas millonarias que ven como un grupo de 'obreros', compañeros, les ha arrebatado la gloria de estar en Múnich, en la final soñada por los que creen que el fútbol se acaba más allá de las fronteras de la Península Ibérica. 
Lo han hecho además de manera dolorosa. El Chelsea transformando las tres ocasiones que tuvo en toda la eliminatoria y exhibiendo una defensa estoica, cimentada en el sacrificio, ante un Fútbol Club Barcelona que lo perdonó todo y todavía se arrepiente. El Bayern Munich tras derrotar en los penaltis al Real Madrid en un repleto Santiago Bernabéu. Además, con tanto de Robben durante el partido y superando el tirón inicial de Cristiano Ronaldo y los suyos. 

Cristiano Ronaldo y Lionel Messi. El concepto de justicia poética se agranda cuando hablamos de estos dos. Porque luso y argentino, que se pelean como niños por ver quién es el máximo goleador de una denostada Liga Española, han marrado penaltis decisivos, definitivos para la eliminación de sus equipos. Ambos, además, han acusado durante sus respectivos partidos el cansancio acumulado, fruto del inexistente descanso por egoísmo en sus objetivos particulares. 

Al final, brillan los españoles. Entre tanto revuelo, resulta que el mejor del Real Madrid fue un tal Iker Casillas, que ha permitido que su equipo llegue a los penaltis. No sólo eso, sino que en la tanda ha dado opciones a su equipo deteniendo dos. ¿Quién ha sido el único goleador blanco en ésta? Xabi Alonso. Con Sergio Ramos, eso sí, excepción que confirma la regla. En el Barça, los goles los meten Busquets e Iniesta. Al final, tendemos a infravalorar a jugadores de la tierra por la presencia de Cristiano y Messi. Mientras, el Bayern se mete en la final por la sangre fría de su capitán, alemán; y el Chelsea sentenció el pase por Fernando Torres. 

Mensaje al mundo. Me da la sensación de que el universo futbolístico ha llevado al extremo los Fútbol Club Barcelona - Real Madrid. Y nadie se libra de ser relacionado con uno u otro bando a pesar de tener a los dos en la misma estima. Antes, no hace mucho, un Clásico era motivo de fiesta y, aunque no faltaban las bromas, se podía ver tranquilamente. En nuestras manos está devolver la magia y transformar en fútbol lo que ahora se hace completamente desagradable.

¡ENHORABUENA CHELSEA Y BAYERN!

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