El Chelsea acaba de tomar el Camp Nou. Un 2-2 que le clasifica para la final de la Champions League. Si es de manera merecida o inmerecida, lo intentaré evaluar a lo largo de las claves del partido que dicto a continuación:
1. Di Matteo calca el esquema del Inter de Mourinho. Lo principal, al Chelsea le ha salido bien lo que en su día hizo Mourinho en idéntica situación. En aquel momento expulsaron a Motta, hoy ha sido Terry. Dos líneas muy juntas que exigen al delantero centro a cerrar en un lateral, como Eto'o o Drogba. Del ataque poco se ha sabido en la segunda parte, esperando pacientemente un latigazo que amenazaba con no llegar nunca. El sacrificio colectivo del Chelsea ha sido gigantesco, recibiendo su premio a pesar de su nula posesión del balón.
2. Didier Drogba y Fernando Torres. Sería injusto equipararles y no lo voy a hacer. El trabajo del marfileño ha sido enorme durante toda la eliminatoria, incluyendo el gol de la ida o la defensa numantina del lateral zurdo. En la ida, dije que Torres podía hacer mucho daño a un Barça volcado y hoy lo ha demostrado, marcando de nuevo en uno de sus campos fetiche. Es de esos goles que sí pueden darte una participación en la Eurocopa, por la relevancia mundial y cómo se produce. En carrera, al espacio, igual que en la pasada Euro contra Alemania.
3. Las bandas del Barça. Pep Guardiola ha corregido en parte el problema de las bandas, pero no lo suficiente. Situar a Alves como lateral derecho, su sitio, es un gran acierto. Así llegó el gol anulado que suponía el 3-1 y la clasificación. Cuando Cuenca entró por la zurda, entre Ramires y Bosingwa, el Barça hizo el primero. Un espacio que, por cierto, también aprovecharon Messi e Iniesta para hacer el segundo. El fútbol son las bandas y los blaugranas se han quedado algo cojos en esta faceta, facilitando la congestión central del Chelsea.
4. Lionel Andrés Messi. Criticar algo del argentino puede ser un sacrilegio terrible, pero en esta eliminatoria hay motivos. No marcó, falló un penalti y perdió balones como el que supuso el gol del Chelsea en la ida. Es evidente que el F.C. Barcelona sufre cuando él no está enchufado. Hoy sí lo ha estado, lo creo firmemente, pero su error en la pena máxima (que empieza a ser habitual) le ha mermado. Perfectamente marcado por Obi Mikel, Lampard y Meireles, la telaraña preparada por Di Matteo. En esta ocasión, cayó en ella la "Pulga".
5. El Barça necesita un nueve con urgencia. Llámalo Larsson, llámalo "x". Que Guardiola tenga que recurrir a Keita como hombre referencia, como delantero centro, habla mal de la configuración de una plantilla no acostumbrada a estos sufrimientos. Un hombre-gol, como en su día fue Maxi López (por minutos). Alguien a quien colgarle un balón, que lo baje, o remate uno de los múltiples centros de Alves, Tello o Cuenca. No tiene por qué ser un titular, vale con servir como alternativa.
6. Atacar con más no es generar más. El Barça ha vuelto a producir muchas oportunidades, pero quizás menos de las que un asedio posicional merece. Quizás sea por la superpoblación de hombres, restando espacio a los que lo necesitan: Tello, Cuenca, Alexis Sánchez, o los propios Messi, Iniesta y Xavi, desesperados ante la muralla blue. Han sido muchas las ocasiones en las que hasta nueve hombres rozaban el área rival, incluyendo Puyol y Mascherano, ocupando un espacio que otros necesitan para vivir. Han acabado muriendo por asfixia.
7. El sacrificio de Mata. ¿Ha jugado? Probablemente pocos valoren tras el final del choque que el asturiano ha recorrido siete kilómetros hasta ser sustituido, 1,5 más de los que entonces promediaba junto a sus compañeros. La banda derecha culé no ha existido hasta que se ha marchado él, por lo tanto su mérito es enorme. Su cara al ser sustituido lo decía todo: me he dejado la camiseta haciendo algo a lo que no estoy nada acostumbrado. Merecido premio para Juanín, que volverá al centro, donde mejor se siente y más rinde.
8. Ivanovic - Bosingwa, héroes improvisados. Si les dices antes del partido que acabarían siendo la pareja de centrales en el Camp Nou, probablemente ninguno lo creería. Terry expulsado, Cahill lesionado, sólo quedaban ellos. Y con el apoyo del, una vez más, excelente Ramires, han cerrado los espacios con más oficio que calidad. Si en la ida Terry y Cahill rozaron el sobresaliente, en la vuelta se puede decir que los dos merecen una estatua en el Bridge.
9. Chelsea, flamante finalista de la Champions League. La vida de los blues en esta competición merece capítulo. En las eliminatorias, pudieron salir goleados de San Paolo, partido que sirvió para la destitución de AVB. Tras remontar en la vuelta, de manera heroica, gracias a Ivanovic, accedieron a cuartos de final. Allí fueron inferiores a Benfica prácticamente durante los 180 minutos, pero la efectividad legendaria les dio el premio de las semifinales. Contra el FCB han jugado a lo que tenían que jugar...y sus plegarias fueron escuchadas.
10. ¿Fin de ciclo? Tremendamente oportunista hablar esta noche de fin de ciclo refiriéndose a un Fútbol Club Barcelona que sigue teniendo mayoría de gente joven, más lo que llega fuerte de abajo. Sí debería servir para que se replantearan ciertos retoques sin modificar su estilo propio, por supuesto. España lo tuvo que hacer para el Mundial pasado. Y no fue del todo mal.
También habría que hablar del acierto o tal vez suerte. En los principales errores o fallos del Barça no ha influido el Chelsea. Los cuatro palos a lo largo de la eliminatoria son factores del juego. Los palos juegan, de haber entrado, el entramado defensivo hubiera sido un fracaso.
ResponderEliminarUna buena defensa es no conceder ocasiones al rival y no concederlas y esperar que las fallen.
El sacrificio de los jugadores del Chelsea es para sacarse el sombrero, sin lugar a dudas, pero creo firmemente que la pérdida de la eliminatoria hay que buscarla más en la falta de acierto del Barça, producto de llegar fundidos a los metros finales, más que mérito del Chelsea.
Un saludo ;)